Metodología

La metodología docente diseñada para los estudios de Doctorado en "Sistemas Electrónicos" (DSE) tiene en cuenta el contexto en el que se desarrolla, y concretamente dos condicionantes fundamentales:

• El rápido avance de la ciencia y la tecnología en el campo de los sistemas electrónicos.
• El amplio abanico de conocimientos de especialización requeridos.

El primer condicionante exige la orientación de la docencia de doctorado hacia procesos de aprendizaje de conocimientos permanentemente actualizados y las bases que los sustentan, que precisan el desarrollo de la iniciativa y el trabajo autónomo. El objetivo es conseguir en el alumno la asimilación de los conocimientos relevantes que le permitan enfrentarse con éxito a su futura labor investigadora o profesional, al tiempo que adquiere la adecuada capacidad de adaptación a un entorno tecnológico fuertemente cambiante. El segundo determina una cuidadosa selección de los temas tratados en cada asignatura, balanceando adecuadamente los conocimientos científicos en que se asienta la materia programada y la situación del estado del arte en cada momento, y centrándose en la problemática objeto de interés en la comunidad científica.

La metodología docente parte de una planificación del currículum de cada alumno de doctorado. Dicha planificación se facilita por la obligación impuesta a los estudiantes de elegir un tutor académico con el que deben mantener entrevistas periódicas, comenzando con algunas iniciales en las que se definirá el conjunto de asignaturas en las que se matricularán, incluyendo ocasionalmente aquellas de programas de doctorado externos que el tutor considere de interés. La adecuación del currículum formativo a las expectativas, objetivos y experiencia de cada alumno se garantiza ya que el cuerpo de tutores académicos estará formado por aquellos profesores con mayor experiencia docente e investigadora.

Entre los métodos didácticos concretos que se usarán en las asignaturas de este programa de doctorado se destacan los siguientes:

• La clase magistral, con un fuerte componente de dinamismo en lo que se refiere a la interacción con los alumnos, y que es posible gracias a su moderado número (en promedio, 8 alumnos por curso). La adecuada orientación de las clases impartidas y la estimulación al trabajo independiente de los estudiantes se facilita por una cuidadosa selección de los recursos bibliográficos. El objetivo es la transmisión de los conocimientos adecuados a la materia y la preparación de los alumnos para abordar el resto de tareas planteadas en la metodología docente de cada asignatura.
• Realización de ejercicios de carácter teórico o práctico, individuales o en equipo, incluyendo la resolución de problemas en papel, experimentos en el laboratorio, uso de herramientas informáticas o implementando algoritmos en algún lenguaje de programación. El objetivo es verificar hasta qué punto el alumno ha conseguido adquirir los conocimientos básicos necesarios para abordar con éxito las tareas de mayor envergadura y, en su caso, fomentar los hábitos de trabajo en equipo.
• Realización de trabajos de cierta envergadura, individuales o en equipo, incluyendo trabajos teóricos y/o prácticos y acompañados de la correspondiente memoria científico-técnica. En el proceso, el profesor actúa como supervisor. Los objetivos que se persiguen son proporcionar al alumno la posibilidad de profundizar en una línea concreta relacionada con la materia impartida, desarrollando sus cualidades de análisis y evaluación; fomentar su capacidad de generación de documentación científico-técnica, y propiciar, en su caso, la interacción en un equipo de trabajo.
• Exposición oral de los resultados de los trabajos de investigación previamente descritos, con el fin de educar las dotes de comunicación de los alumnos, enfatizando los aspectos de orden, claridad, concisión y precisión.
• Seminarios cuyo principal objetivo sea la ampliación de los conocimientos respecto a una materia específica. El papel de profesor es más activo en los seminarios, pasando de ser un mero supervisor a ser un miembro más del equipo. Así, se fomenta también la creación de un ambiente propicio para la docencia al establecerse vínculos reales de colaboración entre el profesor y los alumnos. Este aspecto se considera de forma especial, al proponer algunos seminarios extra curriculares, a fin de promover la motivación del alumno por temáticas afines a las de su actividad principal, así como de ampliar su visión.
• Realización de discusiones en grupo, para fomentar la capacidad de crítica y valoración del alumnado. Los temas planteados abarcan desde aspectos generales de la materia impartida, hasta el análisis crítico de un trabajo o texto de investigación incluido en la bibliografía recomendada. Las discusiones pueden partir de una presentación previa a cargo de un alumno, o bien plantearse como discusión abierta, con la participación de un moderador. La labor del profesor puede ser la de un simple observador o la de un participante activo, incluso como moderador.